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11.- La Protesta de los Príncipes (Parte 2)
El partido imperial estaba convencido de que los príncipes cristianos se aferrarían a las Santas Escrituras como a algo superior a las doctrinas y los requerimientos humanos; sabía que donde se aceptase ese principio, finalmente el papado sería derrotado. Pero se lisonjeó de que la causa del emperador y del Papa quedaba firme, y muy débil la de los reformadores.

11.- La Protesta de los Príncipes (Parte 1)
Uno de los testimonios más nobles dados en favor de la Reforma fue la protesta presentada por los príncipes cristianos de Alemania, ante la dieta de Spira en el año 1529. El valor, la fe y la firmeza de esos hombres de Dios aseguraron para las edades futuras la libertad de pensamiento y la libertad de conciencia.



8.- Un Campeón de la Verdad (Parte 1)
Un nuevo emperador, Carlos V, había ascendido al trono de Alemania, y los emisarios de Roma se apresuraron a presentarle sus propósitos y a inducirlo a emplear su poder contra la Reforma. Por otra parte, el elector de Sajonia, con quien Carlos tenía una gran deuda por su exaltación al trono, le rogó que no tomase medida alguna contra Lutero sin antes haberlo oído. El emperador se hallaba en una posición de gran perplejidad y desconcierto.


5. Los Jubileos
Los jubileos se efectuaban después de períodos de 49 años, siendo el año 50, el año que se santificaba; en ese año se ponían los esclavos en libertad, se dejaban de trabajar las tierras y se restituían las posesiones que se habían comprado. Por lo tanto los tiempos del pueblo judío se basaban en ciclos de 50 años (49 + 1), siendo este último, el año 50, un año sabático de liberación para el pueblo de Dios.

7.- En la Encrucijada de los Caminos (Parte 2)
Después de su regreso de Roma, Lutero recibió en la Universidad de Wittenberg el grado de Doctor en Teología. Había formulado el voto solemne de estudiar cuidadosamente y de predicar con fidelidad, todos los días de su vida, la Palabra de Dios y no los dichos ni las doctrinas de los papas. En lo sucesivo ya no sería un mero monje, o profesor, sino el heraldo autorizado de la Biblia.